Parece mentira que todos estos años de escolaridad haya aprendido -con suerte- sólo materias. Con un desordenado espíritu y un nulo hábido de estudio, vivo mi vida. Y no hago nada más. El 80% del día me la paso pensando y reprensando el sentido de mi vida, y llegué a la conclusión de que tengo un montón de cosas claras en mi cabeza, no todo está tan nublado, pero sólo están, no las se clasificar o conectar con el cuerpo. Entiendo tantas cosas, comprendo un sin fin de probabilidades, pero no las puedo asimilar con el corazón. Estoy llena de heridas, existen miles de cosas que no he podido superar. No me siento querida por nadie. Yo se que hay personas que me estiman por alguna razón.. que desconozco. Pero lo que no sé es porque necesito que me lo digan todo el tiempo. Porque no lo siento. No lo veo. Y siento que nadie me quiere. (Hay ya que pena mi vida, no)
Lo problemático de sentirme así, es que el <valor de la amistad> no lo aprendí. Lo desconozco, no estoy siendo mal agradecida, pero me siento asi. Con personas llenas de superficialidades a mi alrededor. Donde no se puede compartir nada, donde a nadie le importa realmente el otro. Donde cada uno esta bien y eso... Es lo suficiente. Me siento chica diminuta asquerosamente transparente. No me puedo ni enojar. No se valora nada de lo que uno hace y ha hecho hace años. No te acompañan ni en las buenas ni en las malas. Es una compañía pasajera y cada vez que digo amigos me quedo con un gusto amargo en la boca. Me siento sola en este ereor de la vida, cuarto medio, no está siendo mi año. Quiero salir quiero olvidar estas penas que endurecen mi corazón y.. No las puedo compartir 1- a ninguno le interesa 2- si lo digo qué. No cambia nada.
No nos decimos nada a la cara.
Nos enojamos por cualquier detalle.
Nos pelamos con cualquier otro.
Nunca hablamos de cosas importantes.
Estoy harta de sentirme sola. Sola. Sola.
No puedo tirar todo a la mierda. Ya lo hice, no funciona.